¿La vida es sueño? Mis experiencias personales me han llevado a la conclusión de que el célebre dramaturgo estaba equivocado. La vida no es sueño (ojalá) la vida es juego. Una afirmación compartida por igual por los ludópatas y por los estudiantes Erasmus. Hemos venido a jugar, a veces se gana, a veces se pierde…pero siempre hay que jugársela. Mantra, reflexión e incluso filosofía de vida del veinteañero del siglo XXI.
Y como la vida es juego…hoy os vengo a presentar una aplicación para hacer de vuestros viajes un juego más. Igual ya la conocéis, disculpad mi analfabetismo en cuestiones de tecnología. Soy de esas personas que siempre tienen la tarjeta SD llena y nunca pueden descargar las fotos de Whatsapp (¿Por qué siempre está llena esa memoria y por qué narices no me deja acceder a la galería para borrar fotos? Misterios dignos de la Nave del Misterio y pequeños problemas del Primer Mundo).
Bueno, a lo que iba, hoy no he venido a hablaros de mi relación amor-odio con la tecnología (aunque así lo parezca) sino de una aplicación llamada GEOCACHING.
Este aspecto tienen los geocachés. Fuente wikipedia
Lo primero de todo, ¿qué es Geocaching? Esta aplicación se basa en la búsqueda de objetos «geochachés» usando el GPS.
Desde la página oficial nos explican en qué consiste este juego a través del siguiente vídeo.
Una vez que ya sabemos qué es esto del GEOCACHING, podemos comenzar a jugar. Para ello solo hay que seguir 4 sencillos pasos.
1-Descarga la aplicación de Geocaching, disponible para Iphone, Android y Windows phone.
2-Elige un Geocaché entre todos los disponibles cerca de tu zona.
3– Enciende el GPS y BÚSCALO.
4– Cuando lo hayas encontrado, firma y pon la fecha en el libro de registro, vuelve a esconder el geocaché donde lo encontraste y comparte tu experiencia online.
Fácil ¿no? Ahora que ya sabes jugar, te animo a que recorras las calles de tu ciudad en busca de estos pequeños tesoros. Puede que no los encuentres, pero que descubras en su lugar rincones secretos del lugar en el que vives.
¡Aviso para los zaragozanos! Hay 570 geocachés cerca de Zaragoza esperando a ser encontrados. También diversas asociaciones como la Asociación los Sitios de Zaragoza han creado una ruta geocaching que sigue la Ruta de los Sitios de Zaragoza. Podéis encontrarla aquí.
Un viaje es como una persona: Nace en alguna mente viajera, crece, de manera inversamente proporcional al dinero que va quedando en la cartera, se reproduce, “mira, pues podríamos hacer también esta excursión, y esta…¡ah! y esta…” y finalmente muere, cuando llegas a casa cansado y tiras la maleta en cualquier rincón.
Pero… ¿Y luego qué queda?
Aparte de la interminable pila de ropa sucia y calcetines desparejados (¿cuántos calcetines seguirán llorando por su pareja abandonada en cualquier hotel de mala muerte?) o el vacío vital fruto de la depresión post-vacacional, quedan muchos recuerdos. Souvenirs (stop camisetas de alguien que me quiere mucho POR FAVOR) anécdotas y fotos. Muchas, muchísimas fotos.
Y como sabemos lo difícil que es gestionar todos estos recuerdos y os queremos evitar el drama que se produce cuando te das cuenta de que tienes cincomillonescuatrocientoscincuentamiiiiiiil fotos de tus vacaciones en la Riviera Maya, os proponemos cinco ideas originales para sacarle todo el partido a vuestros viajes.
Cuadernos de viaje personalizados: Una de las mejores maneras de recopilar y guardar todos nuestros recuerdos viajeros, es la fabricación de un diario de viaje o cuaderno de bitácora. Tickets de metro, fotografías, trocitos de mapa o el recibo de la primera Bratwurst que te tomaste en Berlín, aderezados con unas gotitas de pegamento, washitape y un poco de creatividad pueden lograr que vuestro diario viajero sea un recuerdo inolvidable. Por supuesto si no tenéis la paciencia necesaria podéis comprarlos ya hechos, pero en Internet hay estupendas alternativas que os pueden inspirar.
En el blog IDoProject proponen un DIY de una libreta de viaje con estampado de mapa.
Cuaderno de Simple as that BlogEl modelo de Crême de la craft, un poco más sencillo
Vídeos: Con los smartphones con sus cámaras integradas de cuatrocientostrillones de megapíxeles o las cámaras digitales con vídeo HD integrado, no tener videocámara ya no será una excusa para hacer vídeos de vuestras vacaciones.
Eso mismo pensó Alex Chacon cuando decidió enseñar su viaje de 600 días alrededor del mundo en modo «video-selfie».
Este vídeo de Christoph Rehage ya tiene unos añitos, pero muestra su viaje a pie por China y la evolución de su barba. ¡Una manera original de retratar semejante aventura!
Instagram: Si lo que necesitáis es un poco de inspiración, aquí os dejamos algunas cuentas de Instagram de viajeros.
Murad Ossman recorre el mundo de la mano de su novia. Su cuenta es famosa en Instagram y tiene más de un millón de followers.
Elegido 2014 Travel Photographer of the year, Gary Arndt se dedica a viajar por el mundo desde 2007, plasmando en su cuenta de Instagram @everythingeverywhere aquellos lugares que visita y las experiencias que vive.
En el terreno gastronómico destaca el Instagram de @girleatworld, una joven asiática que se dedica a recorrer el mundo fotografiando comida típica delante de monumentos representativos del país o ciudad que visita. Podéis aparecer en su instagram si subís una foto con el hashtag #weeatworld.
Los enamorados de París no se pueden perder la cuenta de Instagram de @VUTHEARA un fotógrafo y diseñador que se encarga de sacar el lado más näif y romántico de la ciudad del Sena.
Y si lo que queréis es imprimir todas tus fotos de Instagram, en este post tenéis diferentes maneras de conseguirlo.
Souvenirs originales: Muchas veces tiramos de la típica camiseta o de la taza hortera con el nombre de la ciudad escrito. Yo os propongo que aprovecheis y os dediquéis a crear tus propios souvenirs. ¿Os gustan las postales? Coleccionad postales alrededor del mundo. ¿Sois más de cerveza? Pues probad a comprar una cerveza típica de cada ciudad que visiteis. Posters, mapas, billetes de Metro e incluso bolígrafos…todo es susceptible de convertirse en un souvenir. Sacad el coleccionista que lleváis dentro y comenzad a recopilar objetos all around the world.
Calendarios: ¿Para qué gastar dinero en un calendario pudiendo hacer uno tú mismo? Coged las fotos del viaje a Londres y cread un calendario personalizado. Aquí podéis conseguir una plantilla para tu calendario y en el siguiente vídeo aparece el tutorial de cómo hacerlo.
Espero que os haya servido de inspiración para vuestros próximos viajes.
Me apasionan las postales. Desde que hace ya unos años una buena amiga me introdujera en ese mundo de cartones estampados con fotos bonitas, he desarrollado una obsesión que roza lo patológico. A lo largo de mis viajes, especialmente en este último año, he recopilado postales de diferentes partes del mundo. Además muchos de mis amigos, conocedores de esta afición, me han ido enviando postales desde Budapest, Barcelona, Italia o Alemania… Estas últimas mucho más sentimentales en los tiempos de comunicación vía Whatsapp y correo electrónico.
Postales alemanas
Doisneau, música y lluvia
Cuando te dedicas a coleccionar este tipo de souvenir, debes seguir unas reglas. El buen postalista sabe buscar, encontrar y olfatear la mejor tienda de postales de la ciudad y huir de las típicas con el nombre de esta en tipografía hortera. (No os imagináis la frustración cuando en Praga no pude encontrar alguna que NO cumpliera esas características). Las tiendas de los museos, las papelerías cuquis y los mercadillos son buenos lugares para buscar estas pequeñas ilustraciones. No es recomendable comprar la primera postal que aparezca, ya que SIEMPRE encontrarás otra mejor y corres el riesgo de acabar con el equivalente a la Selva Amazónica en papel al final de tu viaje. Por el contrario tampoco esperes al último día, puede que te quedes sin postal (sigo llorando por mi postal de Cracovia). Como dijo un sabio, en el término medio está la virtud. Una buena opción es ser previsor y llevarte sellos y sobres de casa. Muchas veces no sabrás donde encontrarlos y puede que te quedes con las ganas de dar una sopresa a algún amigo.
Hace poco descubrí la iniciativa que os quiero mostrar hoy. Se llama Postcrossing y como indica en su página web » Send a postcard and receive a postcard back from a random person in the world» (envía una postal y recibe otra de una persona aleatoria del mundo).
Esta página web se basa en un proyecto de intercambio de postales de todo el mundo de forma gratuita. Como dicen sus fundadores, esta página web está dedicada a todos los frikis de las postales y nostálgicos de las viejas cartas, de la emoción de comprobar si ha llegado correo al buzón y de la ilusión de preparar una carta para otra persona.
El funcionamiento es muy sencillo, solo cuatro cómodos pasos:
Pedir una dirección desde la página
Enviar la postal a la dirección
Esperar a recibir una postal
Registar la postal recibida en el sistema
Si tienes más dudas sobre el funcionamiento de esta curiosa iniciativa puedes leer más aquí.
Otra iniciativa parecida es la que está llevando a cabo Carmen, una blogger española propietaria del blog de manualidades, craft y cosas bonitas My lowcost blog, muy recomendable para los amantes de este tipo de páginas web. Ella ha puesto en marcha su propio postcrossing en su blog. Podéis ver las instrucciones aquí.
Yo voy a participar con esta postal del Museo de Max Ernst de Brühl. Es una fotografía de Man Ray que conseguí en una exposición que se celebraba sobre el artista.
¡Anímate a regalar una postal por el nuevo año y cuéntame qué tal ha ido!
El mundo está lleno de objetos útiles o inútiles, pequeños o grandes, valiosos o «cutres», y sean como sean lo más probable es que estén esperándote en un puesto de cualquier mercadillo. El mercadillo vintage (de segunda, tercera o décima mano), también conocido como flea market, mercado de las pulgas, Flohmarkt y marché aux puces entre otros, se extiende por todo el globo como una práctica muy habitual en la que el viajero puede sumergirse y encontrar grandes tesoros (a un precio negociable en muchos casos). Personalmente, me parecen muy interesantes estos lugares dónde lo nuevo y lo viejo se confunden y el ambiente bohemio lo inunda todo, convirtiendo la experiencia en algo más que mero shopping.
A continuación la lista de los mejores mercados y mercadillos que podéis patear por Europa.
1. Amsterdam, el mercado de las flores. Déjate guiar por los canales para encontrar las flores más típicas de Holanda, los tulipanes.
Candem Town, el corazón del Londres más underground.En el camino encontrarás rarezas de todo tipo.
Y es que ya lo dice la canción…
¡Portobello cuqui!
Borought Market, mercado de comida en la orilla del Tate (museo de arte moderno)
5. Aachen (Aquisgrán), el encanto de un Flohmarkt cercano…
Todo tipo de zarrios a un precio de ganga
6. Budapest, el Market Hall, estructura de hierro monumental y unos puestos de lo más curioso. Vale la pena visitar el este de Europa.
7. y 8. París, marché aux puces al lado de Porte de Clignancourt. Es un laberinto de callejuelas en las que perderse será una buena idea.
También en París, pero cambiando de ambiente y de zona, podéis acercaros al mercado de Saint Martin. Una renovación y la revitalización de la zona hacen que una mañana de paseo y cervecita en el canal que lleva el mismo nombre sea un plan de domingo parisino de lo más hipster.
Perdón por la foto, ¡cuando vuelva haré muchas más!
Y me faltan todavía algunos como los de Berlín (cerca de la universidad en verano hay mercadillos de lo más variopinto), Bruselas, la Boquería en Barcelona, El Rastro de Madrid… ¡Por no hablar de los mercadillos y bazares que nos esperan al norte de África!
Yo me despido hasta la próxima lista, y ya que Beirut ha sido la banda sonora el post mientras lo creaba, os dejo una canción para que también lo sea al leerla.
“Mi mito de París actuó en mi favor. Me hizo escribir un libro, Rayuela, que es un poco la puesta en acción de una ciudad vista de una manera mítica. Toda la primera parte que sucede en París es la visión de un latinoamericano, un poco perdido en sus sueños. Yo digo que París es una mujer, la mujer de mi vida.”
Julio Cortázar
Hay ciudades que se merecen un libro y libros que se merecen pertenecer a la memoria de una ciudad para siempre. París y Rayuela. Rayuela y París. Tándem perfecto, pareja bien avenida, dúo de la victoria, equipo ganador. El lado de allá, hogar de la historia de amor entre La Maga y Horacio.
Las calles de París, sus puentes, cafeterías y monumentos son el escenario en el que transcurre la primera parte de la famosa novela del escritor Julio Cortázar. El lector consigue introducirse en la ciudad y pasear de la mano de los dos protagonistas por el París oculto, solamente guiado por el mapa que trazan los pasos de La Maga y Horacio Oliveira.
Hoy os propongo un reto: que viajéis conmigo a través del París de Rayuela. Para ello solo necesitaréis dos cosas; un billete de avión y un libro bajo el brazo.Bon voyage!
Quai de Conti, comienzo de nuestro viaje. Foto extraída de Tumblr.Pont des Arts
» ¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua…» (cap 1 y 21)
«Y algunas tardes cuando me había dado por recorrer vitrina por vitrina toda la sección egipcia del Louvre, y volvía deseos de mate con pan dulce…” (cap 34)
Pont Neuf
“-Para qué – contestaba la Maga, mirando correr las péniches desde el Pont Neuf– Toc, toc, tenés un pajarito en la cabeza. Toc, Toc, te picotea todo el tiempo, quieres que le des de comer comida argentina” (cap 4)
“Sí, pero quien nos curará del fuego sordo, del fugo sin color que corre al anochecer por la Rue de la Huchette, saliendo de los portales carcomidos, de los parvos zaguanes, del fuego sin imagen que lame las piedras , y acecha en los vanos de las puertas» (cap 73)
«Ahora me doy cuenta. La noche que nos encontramos detrás de Notre-Dame también vi que… Pero no lo quise creer. Llevabas una camisa azul tan preciosa. Fue la primera vez que fuimos juntos a un hotel, ¿verdad?» (cap 20)
¿Se seguirán comiendo hamburguesas en el Carrefour de L’Odeon?
“Comíamos hamburgers en el Carrefour de l’Odéon, y nos íbamos en bicicleta (…) a cualquier hotel, a cualquier almohada.” (cap 1)
La Plaza de la Concordia, uno de los pocos lugares turísticos de la ruta.
«Maga, te acordarías quizá de aquel paraguas viejo que sacrificamos en un barranco del Parc Montsouris, un atardecer helado de marzo. Lo tiramos porque lo habías encontrado en la Place de la Concorde» (cap 21)
Un descanso en los jardines de Luxemburgo
“…a los parroquianos embebidos en pernod y Vuelta de Francia, o mejor se los va a tragar, un embudo de terciopelo violeta arrancará al mundo de su quicio, a todo el Luxembourg, (…), la Fontaine de Médicis…” (cap 155)
“A la altura del cementerio de Montparnasse, después de hacer una bolita, Oliveira calculó atentamente y mandó a las adivinas a juntarse con Baudelaire…”
Rue de Babylone, Rue Madame, Rue Valette…muchos son los pasos que nos quedan por seguir. Yo solo he abierto el camino, ahora solo queda que saquéis un poco de tiempo, abráis Rayuela y descubráis una a una todas las estaciones que os quedan por visitar del París de Cortázar.
Disfrutad el viaje.
*El Instituto Cervantes de París ha creado una ruta Rayuela, donde aparecen indicados todos estos lugares, con su ubicación exacta, una breve descripción y el fragmento del libro. Podéis encontrarla aquí.
*Hay varias ediciones en pdf del famoso libro de Cortázar. Aquí podéis encontrar 4 sitios donde leer Rayuela y otras novelas del escritor.
Guten Morgen! Como somos gente de palabra, aquí os traemos la segunda parte de los imperdibles de Colonia.
Despedíamos la entrada anterior en los bares de Zülpicher y por experiencias de una servidora puede que la noche se haya complicado bastante un poco y la mañana sea dura. ¡No hay problema! Te traigo la solución para que ese estómago rarito (benditos eufemismos) y esos bombos de Semana Santa que resuenan en tu cabeza no te arruinen el turisteo. Te recomiendo que frühstuckees, o lo que es lo mismo, que desayunes como un rey. El Frühstuck (desayuno) es toda una religión en alemania. Y como donde fueres haz lo que vieres, es hora de que visualices cualquier cafetería y te introduzcas en la cultura del desayuno. Miles de panes, fiambre, té, huevos duros, mermeladas y Kräuterbutter te esperan dentro de las Bäckerei-Konditorei de Köln.
Una vez recuperadas las fuerzas, es hora de seguir pateando la ciudad del Rin. Para ello debes coger la línea 13 y bajarte en Venloer Straβe, en pleno barrio de Ehrenfeld. Te recomiendo que pasees por sus calles y descubras los rincones más encantadores de este barrio alemán. Cafeterías de diseño y teatros alternativos conviven con tiendas turcas sacadas de Las Mil y Una Noches.
Es esta mezcla de culturas lo que hace de Ehrenfeld uno de mis barrios favoritos de Colonia. ¡No te olvides de visitar sus graffitis! Para saber dónde están, cuáles son y algunos datos interesantes, no te pierdas esta guía underground sobre este arte callejero.
Después del paseo por Ehrenfeld… ¡es la hora de comer! Para ello te recomiendo que vayas al Habibi, un libanés situado en Zülpicher Straβe número 28. Si eres fan de los falafel, del hummus o del shawarma y buscas precios baratos (unos dos euros) y buena comida, este es tu lugar.
Típica comida libanesa en el Habibi. Imagen de TripAdvisor
Si por el contrario la comida oriental no te convence demasiado, prueba un poco de gastronomía francesa en el Engelbät. Situado en Engelbertstr. número 7, sus crêpes de diversos sabores son algo que no te deberías perder. Te aconsejo que pidas varias y compartas, ya que son bastante grandes. Como curiosidad, la mayoría de las crêpes tienen nombre de persona: Mike, Silvia, Susana o Marco son algunas de las especialidades de este local, que mezcla Francia y Alemania en un solo espacio.
Imagen de la página web de Engelbät
Si el tiempo acompaña puedes bajar la comida paseando por alguno de los numerosos parques de Colonia, como el Stadtgarten o el Hiroshima- Nagasaki Park, situado cerca de la Universität zu Köln, una de las mas antiguas de Alemania.
Creedme, cuando llevas un tiempo en Alemania cualquier rayito de Sol es bienvenido
A media tarde puedes disfrutar de otra de las tradiciones gastrónomicas alemanas, el Kaffee und Kuchen (café y pastel). Tartas de queso, de frutas del bosque o estupendos strudels te estarán esperando detrás de los cristales de las Bäkerei und Konditorei. Yo os propongo que os acerquéis al Cafe Duddel, una cafetería muy original y que cuenta además con unos pasteles excelentes.
Además de ricos pasteles y cafés, también hay juegos de mesa. ¿Te atreves a jugar al Trivial en alemán?
Muchas veces se dice que se conoce una ciudad si se ha probado su gastronomía. Bueno, yo voy un poco más allá y declaro que solo conocerás bien el ambiente de una ciudad si has salido de fiesta por ella y vuelto al amanecer, con poco dinero en los bolsillos y los pies cansados de bailar.
Colonia te ofrece infinidad de ofertas de ocio nocturno. Uno de los bares de cabecera de mi experiencia Erasmus fue Flanagans. Esta especie de pub irlandés no podría ser calificado como el mejor bar de colonia (y menos si has visto sus aseos) pero si lo que buscas es ambiente estudiantil, cervezas baratas y Jägermeister a 1 euro, creo que cumplirá con creces tus expectativas.
Siempre tendrás los bares de Zülpicher Straβe, pero yo te recomiendo que aproveches y busques algo diferente. Si tu visita es en verano, infórmate sobre las fiestas open air que se celebran en diversos parques de la ciudad, suelen ser gratis y el ambiente es muy bueno. Si buscas algo más original, Odonien y su rocambolesca decoración puede darte lo que buscas.
Una fiesta open air a las 10 de la mañana o el escenario de The Walking Dead…nadie lo sabe.Odonien
Si te gusta la música electrónica quizás prefieras Bootshaus. Prueba a pasarte por el Ehrenfeld nocturno, por ejemplo al Club Bahnhof, con sus días temáticos (Trashpop, Radio Sabor) o a Underground, una sala de conciertos y bar nocturno donde la entrada es gratuita.
Hasta aquí llega la segunda parte de los Imperdibles de Colonia, puedes ver la primera parte aquí y nos puedes enviar tus dudas, sugerencias u opiniones a través de un comentario 🙂
¡Buena semana!
Como todas las drogas, viajar requiere un aumento constante de la dosis
Un Erasmus te cambia la vida, once Erasmus always Erasmus, el mejor año de tu vida …entre todos estos tópicos tan típicos sobre el famoso programa de intercambio hay uno que me gusta especialmente, quizás porque lo he vivido en mis propias carnes o quizás porque es totalmente cierto. Te enamorarás loca, irremediable y perdidamente de tu ciudad Erasmus. No importa si fuiste al frío Oslo, a la cosmopolita Milán o a un pueblo dejado de la mano de dios en Irlanda solo habitado por leprechauns y tréboles.
Cuando pasas un año en una nueva ciudad, aprendes a descubrir todos sus secretos y cuentas con la ventaja de dos enfoques: El de viajero incansable que te arrastra a descubrir cada museo, cada monumento y cada callejuela de tu nueva ciudad y el de ciudadano, que te hará distinguir cuál es el mejor bar de cervezas, dónde se encuentra el parque más tranquilo o qué hora es la mejor para ir al mercadillo.
Hace unos meses que acabó mi aventura en el extranjero, y como de recuerdos también se vive y la depresión post Erasmus sigue muy reciente, me gustaría hablaros un poco de mi ciudad Erasmus, Colonia. Para ello, y contando con el espíritu lowcost que invade al veinteañero que decide salir de su zona de confort y explorar el mundo, os propongo una guía sobre qué hacer, dónde comer y qué no te puedes perder estando 48 horas en Colonia.
Vistas de la Catedral desde el otro lado del río
Lo primero de todo, ¿dónde está Colonia? He de confesar que cuando decidí mi destino Erasmus no tenía ni repajolera idea de donde se encontraba esta maravillosa, espectacular y… ¿he dicho maravillosa ya? ciudad alemana. Era un asunto que tenía que resolver pues no quería acabar perdida en cualquier pueblucho de la selva negra con mis conocimientos A1.2 de la lengua de Goethe. (Mis respetos a la selva negra, a sus preciosos puebluchos y a Goethe). Para ello, acudí a quien desde que tengo 12 años soluciona la mayoría de mis dudas vitales y académicas. San Google me mostró unas imágenes de Colonia donde destacaba la imponente catedral gótica y el puente de los candados, dos de los must de la ciudad del Rhein. Santa Wikipedia hizo el resto del trabajo y me proporcionó algunos datos geográficos, demográficos y culturales sobre Colonia.
Köln, como es conocida en alemán, pertenece a la región de Nordrhein-Westfalen y con más de un millón de habitantes es la cuarta ciudad alemana. Se encuentra a una hora escasa del aeropuerto de Düsseldorf, la capital de la región. Bien, hechas las presentaciones Colonia-gente que nos lee, gente que nos lee-Colonia, voy a proceder a darte unas pinceladas de lo que puedes hacer Colonia en 48 horas.
Lo más seguro es que llegues a la Hauptbahnhof, Hbf para los amigos y Estación Central para todos. Una vez que salgas puede que sufras una especie de síndrome de Stendhal y te quedes patidifuso, anonadado y ojiplático. Esto se debe a que desde la Estación Central se puede observar uno de los monumentos más representativos de Colonia, su catedral.
Estas vistas no son desde la Hauptbanhof, os reservo el placer de la sorpresa
La catedral de Colonia es uno de los monumentos que no te puedes perder en tu visita a la ciudad germana. Tanto su interior, un bello ejemplo de arquitectura gótica profusamente decorado con vidrieras de mil colores, como su exterior en tonos oscuros, son espectaculares.
Un año, muchas fotos…y esta fue la única en la que sacaron la catedral completa
Bajando por el paseo hasta el río llegarás al puente de los candados, o Hohenzollernbrücke en alemán. ¡No te puedes imaginar la cantidad de candados que hay allí colgados!
Pensamiento cenizo: ¿Cuántas parejas se mantendrán actualmente?Candados, candados everywhere…Colgarlo es muy mainstream…mejor peguémoslo
Al otro lado del río se encuentra el Rheinpark bastante interesante en primavera debido a la afición de los alemanes por las flores y la torre Köln Triangle, a la que puedes subir por solo 3 euros y te dará una vista panorámica de toda la ciudad.
Prometo que nadie arranca las flores ni se lleva los bulbosRheinpark, el sitio preferido de los alérgicos al polen
Prueba a pasear por el Paseo del Rin, hasta llegar al Altstadt o casco antiguo. Colonia fue destruida casi en su totalidad en la Segunda Guerra Mundial, por lo que su parte antigua está casi totalmente reconstruida.
Puedes tomarte una cerveza en cualquiera de las terrazas al lado del río, o bien en la hierba. En Alemania es legal beber en la calle 🙂
¡Es la hora de comer! Puedes encontrar diferentes puestos callejeros, donde degustar unas patatas fritas y uno de los platos típicos de la gastronomía alemana, la currywurst.
Después de haber repuesto fuerzas, es hora de volver a la Estación Central y coger la línea 18 (algún día os contaré mi historia de amor-odio con esta línea de tranvía) para llegar a la parada de Zoo-flora. Allí se encuentran dos de las siguientes estaciones de nuestro tour de imperdibles. El Parque de las Esculturas y el Jardín Botánico. Situados muy cerca el uno del otro, puedes visitar los dos en unas dos horas, todo depende del tiempo que te entretengas haciendo fotos.
Podéis disfrutar de estos bucólicos rincones gratuitamenteEntrada del jardín botánico de Colonia
Parque de las EstatuasDetalle de una de las esculturasLa gravedad se trastoca en este parqueBancos con frases inspiradoras
Los alemanes suelen cenar pronto, así que te recomiendo que vuelvas a coger el tranvía y regreses al centro de la ciudad. Un paseo por el Barrio Belga, o por los alrededores de Brusseler Platz puede ser un buen aperitivo para la cena. Si quieres probar una de las mejores hamburguesas de Colonia, te recomiendo que visites Die Fette Kuh. ¡No te pierdas sus patatas fritas!
Dos de patatas para tres quizás fue demasiado
Si aun te quedan fuerzas, pásate por Zülpicher Straβe, una de las calles con más vida nocturna de la ciudad, donde encontrarás bares de cocktails, una cervecería rusa o diversos garitos para bailar. Lo que tu prefieras 🙂
El día ha sido duro…es hora de descansar. Gute Nacht!
Próximamente en sus pantallas…¡Imperdibles Köln II!
Hay dos clases de personas en el mundo, las que soportan el frío y las que no. Yo me consideraba parte del segundo grupo, aunque cuando llevas viviendo un tiempo en el norte tienes la sensación de que el cuerpo se acostumbra (en realidad no). Cuando hace frío, da igual la cantidad de capas, abrigos, gorros, bufandas y demás indumentaria de hibernación que te pongas, sigues teniendo frío.
Y es que el frío no es cuestión de capas, sino genética, ¿Gorros y bufandas? ¡Para qué! Lo que hace falta es acostumbrar el cuerpo al frío, no intentar combatirlo. Es decir, como aquella frase de abuela (también considerada proverbio chino) que dice:
“Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida»
La cosa no va de pescar, aunque también puede resultar útil en según qué circunstancias (el salmón noruego es muy caro…). En realidad, todo está relacionado con una costumbre nórdica: desde bebés, los padres acostumbran a sus hijos al frío haciéndoles dormir la siesta a la intemperie, eso sí, cubiertos de la cabeza a los pies, pero, en la calle, a nosecuantos grados bajo cero, al fin y al cabo…
Una siesta muy «fresquita»
Pues bien, yo que nunca he dormido la siesta a esas temperaturas, necesito otros recursos para combatir el frío. Y qué mejor recurso que mantenerse a cubierto cuando los termómetros bajan peligrosamente del 0. Así que, pensando en esos cuerpos débiles como el mío, criados en países de sol y playa, he decidido crear un segundo TOP 3 de lugares que visitar en Oslo para que no paséis muuucho frío (porque frío vais a pasar igual). Ya os hablé de Oslo en este post, pero ahora vamos a hacer un tour invernal para que veáis el contraste entre una temporada del año y otra.
1.El Ayuntamiento de Oslo. Este edificio destaca por su composición de ladrillo, que le da una apariencia muy industrial y moderna, en consonancia con la ciudad. Llaman la atención también las dos grandes torres. El interior alberga diferentes salas con paredes cubiertas de pinturas que dan color a los innumerables días grises que se viven en la capital noruega.
El Ayuntamiento de Oslo un día soleado de febrero
El Ayuntamiento de Oslo se encuentra situado muy cerca del puerto y a escasos metros de la calle principal Karl Johans. Para acceder, hay que utilizar la puerta más cercana a esta calle, la que mira al puerto no da acceso a la parte que se puede visitar.
En un lugar privilegiado, frente al puerto
Antes de entrar, y si el frío no te lo impide, te recomiendo dar una vuelta por los porches de la entrada, ya que cuentan con tallas de madera que representan escenas de la cultura popular noruega.
Una de las tallas de madera del Ayuntamiento
El interior es la parte más original y diferente. Nada más entrar, accedes al hall principal, una sala cuyas paredes están decoradas con obras de grandes dimensiones de artistas noruegos. Unas pinturas coloridas y alegres que contrastan con la oscuridad del invierno nórdico.
Hall principal del Ayuntamiento de Oslo
Si subes por las escaleras que se encuentran a la derecha del hall, puedes visitar el resto de salones del edificio. La mayoría de ellos cuentan también con hermosas obras de arte en sus paredes. Te recomiendo que observes con detalle estas pinturas, muchas de ellas representan escenas de la vida cotidiana, de la historia y de la cultura noruegas.
Pared lateral del hall principalUna de las salas del Ayuntamiento de OsloDetalle de la pintura de otra de las salas
Un dato curioso del Ayuntamiento de Oslo: es el lugar en el que, cada 10 de diciembre, se celebra la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz. Es el único galardón que se da en Oslo, los demás se presentan en la capital de Suecia, Estocolmo.
El día de la ceremonia, numerosas personalidades noruegas, como miembros de la familia real y representantes del gobierno, acuden a este evento para presenciar la entrega del Nobel de la Paz.
PD: ¡¡¡¡La entrada es libre y gratuita!!!!
2. La Galería Nacional de Oslo. Es el museo más visitado de la ciudad y recoge obras pictóricas de distintos periodos, desde la antigüedad hasta el arte contemporáneo.
Tiene una colección permanente y otra temporal. La permanente expone obras de artistas noruegos, nórdicos e internacionales. La sala más interesante es la dedicada al pintor noruego Edvard Munch, donde se exhiben los principales trabajos de uno de los artistas más representativos de la corriente expresionista. Algunos de ellos son…
«El Grito»«La Madonna»
IMPORTANTE: no te olvides de hacerte una foto imitando al famoso “Grito” de Munch.
En la Galería Nacional de Oslo, también tienen cabida pintores españoles como Picasso o Goya, e impresionistas y postimpresionistas, como Degas o Van Gogh.
La entrada cuesta 50 coronas (5,60 €) para los adultos, 30 (3,40 €) para los estudiantes y es GRATIS los domingos.
3. Fortaleza de Akershus. Es el castillo de la ciudad de Oslo y se sitúa a orillas de su fiordo. Esta fortaleza fue construida durante la Edad Media para albergar la residencia de los reyes. Desde entonces ha sufrido distintas remodelaciones, como la llevada a cabo durante el Renacimiento, cuando se amplió y se construyó la muralla que la rodea. También ha servido de cárcel, de edificio parlamentario y de resistencia ante la invasión alemana durante la II Guerra Mundial.
Patio interior de la fortaleza de Akershus
Antes de entrar, te recomiendo que des una vuelta por el exterior del castillo. En invierno, está toda la ladera (como buena fortaleza, está situada en un punto alto) cubierta de nieve.
¡Cuánta nieve!Lago helado a los pies del castilloEntrada a la fortaleza
La visita es muy interesante, ya que te permite conocer la historia de la ciudad a través de los paneles informativos (además de en noruego, están escritos in English) y de la audio-guía que te proporcionan a la entrada.
Salón principal del castillo
¡No te pierdas la vista del puerto y del fiordo de Oslo desde el salón principal del castillo!
Vista del puerto
La entrada cuesta 70 coronas (7,95 €) para los adultos, 50 para los estudiantes y 30 para los niños.
CONSEJO: Ten en cuenta que en Noruega la mayoría de monumentos y museos cierran entre las 17 y las 18 horas (y que los lunes están cerrados), especialmente en invierno, ya que las horas de luz son muy escasas. Eso sí, aprovecha los momentos de sol para visitar espacios abiertos porque después hace muuuucho frrrrrííííííoooo 😉
Hoy os vengo a hablar de arte undreground. Para ello, es necesario que hagamos una maleta, salgamos de nuestra querida ciudad y nos traslademos al sur de Italia, concretamente a Nápoles. Una vez allí, debemos bajar unos cuantos metros bajo tierra, cuarenta para ser exactos (Os he avisado, era arte muy underground). ¡Enhorabuena, ha llegado a su destino! El inframundo de Nápoles te está esperando.
Y no, no me refiero al infierno ni a las cavernas que pueblan el subsuelo napolitano, sino al metro de Napoles. La imagen de lugar ruidoso, sucio y caótico que tenemos de las estaciones dará un giro de 360 grados cuando bajemos las escaleras mecánicas del metro.
Italia es un país donde el arte se respira, se siente y se observa en cada rincón, por lo que sus estaciones de metro no podían ser menos. Concebidas como un gran museo subterráneo, las exposiciones temporales, instalaciones artísticas o reproducciones de algunas de las estatuas clásicas conviven con máquinas de billetes, tornos y estresados napolitanos que corren para no perder el metro.
Este proyecto tan innovador nació en 2001, con la inauguración de la primera estación artística en Napoles. Hoy en día la línea 1, o Metrò dell’arte como se le conoce popularmente, cuenta con 14 estaciones “artísticas” siendo la última de ellas la estación Garibaldi, diseñada por el arquitecto francés Dominique Perrault. Basadas en el concepto de un museo viajero, estas estaciones son una forma de democratizar el arte, permitiendo a todo aquel que pague el billete ( que no llega a un euro y medio) impregnarse del arte más actual. El proyecto, coordinado por el artista italiano Achille Bonito Oliva, cuenta con la colaboración de artistas como Alessandro Mendini, Anish Kapoor, Gae Aulenti Jannis Kounellis, Karim Rashid, Michelangelo Pistoletto y Sol LeWitt que han dejado su huella artística y sensibilidad entre los recovecos de los andenes.
Detalle de una de las estaciones del arte
14 estaciones del arte, 180 obras expuestas y 90 artistas participantes son algunos de los números de esta vanguardista idea.
En este peculiar trayecto el viajero se puede encontrar con la estación Toledo, la de los colores azules y el agua, catalogada por el Telegraph como la estación de metro más bonita del mundo y diseñada por el arquitecto catalán Oscar Tusquets Blanca. Conforme bajas las escaleras mecánicas vas introduciéndote en un mundo azul que te hará sentir en las profundidades del océano.
¿Cuántas selfies se habrán hecho en estas escaleras?
Si eres un poco más clásico no dudes en detenerte en la estación Museo, ya que es la única que guarda obras de arte antiguas. Situada a los pies del Museo Arqueológico Nacional, copias de la cabeza de caballos Cárafa, el Hércules Farnesio o el Grupo del Laocoonte conviven con obras contemporáneas y fotografías de Mimmo Jodice.
La estación Universidad, coloreada en verde y rosa es obra del arquitecto egipcio Karim Rashid. Nápoles es una de las ciudades italianas que cuenta con una de las universidades más antiguas por lo que no es extraño que el arte, la educación y el progreso tecnológico sean el leitmotiv de esta parada. Un retrato de Dante y Beatrice cubre algunas de las escaleras de esta estación, en un homenaje al padre de la literatura italiana.
El famoso escritor retratado en tonos rosas
Motivos florales en rosa, amarillo y azul representan el fluir de la información dentro del mundo globalizado. En el hall central la escultura de aluminio Synapsi representa las conexiones que permiten la comunicación en nuestro sistema nervioso y fue realizada por el artesano Corrado Tamborra.
Rosas, azules y amarillos se entremezclan bajo tierraPsicodelia undergroundHall central de la parada Universidad
La última estación abierta ha sido, como he dicho anteriormente, la estación Garibaldi. Diseñada por el arquitecto francés Dominique Perrault, es concebida como un solo espacio brillante surcado por escaleras mecánicas que parecen estar suspendidas en el aire. La luz natural inunda la estación gracias a la cobertura de vidrio transparente que, junto con el metal y el naranja, es la absoluta protagonista de este espacio artístico.
Hasta aquí llega mi pequeño repaso a este museo en movimiento. Podéis descubrir el resto de las estaciones de arte en la página web del metro de Nápoles o mucho mejor, viajando a esta maravillosa ciudad y descubriéndolas en persona. ¡no os arrepentiréis!
Ésta es la bonita historia de un barrio hipster llamado Ehrenfeld, que asaltado por un festival internacional de graffiteros, se convirtió en una de las atracciones más originales y coloridas de Köln.
Pero primero: ¿Dónde c está Köln?
Pues ahí.
Si alguna vez vas a Köln y tienes 2 horas vacías en las que no sabes qué visitar, amigo, ésto te interesa.
Ehrenfeld es un barrio que mezcla su pasado industrial con la variedad de gentes y culturas que confluyen en la Alemania actual. No es extraño encontrar al lado de un comercio italiano, un puesto de «Currywurst» (salchicha condimentada con curry) o Reibekuchen (si te ofrecen, come) dónde un grupo de obreros come a las 12 del mediodía. O por qué no, un Kebab con carne a la brasa de la de verdad, de esos inolvidables. (Véase Kebapland, luego os explico dónde está ese trocito de paraíso.)
Hemos venido a ver graffitis, así que basta de pensar en comida. Hay muchos, y puede que nuevos, así que espero que este tour no pase de moda pronto. Si eso ocurriera, tranquilos, perdeos y encontraréis lo que buscáis.
¡Empezamos!
P.D. para el futuro: Todos los nombres asignados a los graffitis son totalmente inventados, con o sin fundamento.
«Mapa chustero» que te va a servir de gran utilidad.
Partimos de la parada de «S-Bahn»: Köln, Ehrenfeld Venloer Str./Gürtel. Dejamos el Mcdonald’s de la esquina a la derecha y andamos hasta la primera bocacalle a la izquierda: Hansemannstr. Cogemos la calle y a mitad uno se topa con este Graffiti(1) a mano izquierda y con el (2) a mano derecha.
(1) Simboliza el agua y utiliza motivos árabes. No recuerdo bien en qué increíble tiempo record terminó el artista su graffiti, pero recuerdo que era muy poco.(2) ¡éste va con trampa! Descárgate la app en tu móvil y el lector del código te mostrará el graffiti que hay debajo.
Siguiendo la calle verás a tu derecha un parque. Aunque te veas ya un poquito mayor para esas cosas, tu métete. En la trasera del edificio que da al parque está representado El juego de las sillas (3). (No foto, así no os hago spoiler de todo.)
Y al final de la calle… ¡Sí! El muro lateral entero de la estación grande de Ehrenfeld está cubierto por distintas composiciones, a cada cual más original (4). Por cierto, si hace buen día puedes aprovechar para beberte una Kölsch (cerveza de Köln) en la terraza que ocupa parte de la plaza. Si hace frío, en la esquina verás un bar muy agradable que es también librería y sirve desde un batido de frutas y yogur, hasta un plato de pollo al curry. «Lecker, lecker!»= riquísimo.
(4) y hay más…(4.1)
Llegados a este punto hay que seguir pegados al muro hacia la izquierda: por Stammstr., y cruzar la calle con vías en medio: Ehrenfeldgürtel. El muro del tren continúa al igual que los graffitis sobre él. Enfrente del Penny (supermercado) encontrarás uno de los más impactantes del tour: El águila que todo lo ve (5).
(5) + infiltrada inclusive.
Si tenéis tiempo para desviaros, ahí mismo (a 2 min) hay una tienda de decoración, manualidades, juguetes, cosas absurdas y todo lo que nunca pensaste que necesitabas hasta que lo viste y se convirtió en una necesidad vital. Se llama Balloni y es una tienda cuquiest dentro de una antigua fábrica. Ehrenfeldgürtel 88-94
Volvemos al plano ese tan currado que hay arriba 😉
Hay que seguir por la callejuela que tiene el graffiti del águila a la derecha y el Penny a la izquierda. Por esa fachada aún encontrarás más obras. Al final de la calle apareces en Venloer Str., bien trabajado. Justo en la acera de enfrente verás lo que antes os he descrito como paraíso terrenal: Kebapland. Sólo os diré que llevo comiendo kebab desde los 6 años y éste es de los mejores que he probado en mi vida. (No he estado en Estambul todavía, dadme tiempo). Merece muy mucho la pena probarlo, ya sea de cordero o de pollo, picante o más soft.
Dejamos atrás Kebapland, –Sí ratetas, lo siento yo también pero es necesario para poder seguir con el tour.-, y lo rodeamos con una curva que termina al lado de una antigua chimenea de ladrillo y otro muro, éste ya más radical que lo anterior (6).
(6) Miniatura con enfoque políticamente correcto, pero hay que verlo entero.
Desde este punto y siguiendo hacia la derecha encontrarás varias composiciones. Al final de esta calle: Heliosstr., hay un mini-túnel que tienes que pasar y cambiar de acera. Justo en la parte derecha una vez pasado el túnel hay un graffiti dedicado a los Edelweisspiraten (7).
Vuelve a la calle principal, dónde desemboca el túnel, y continúa recto hasta la primera bocacalle a mano derecha. En la trasera de otro edificio hay un pobre animal retratado que no consiguió sobrevivir a la gran ciudad.Es un conejo (8) y siento el spoiler.
(8) Se supone que es una metáfora de lo que la ciudad nos hace (según me contaron), pero a mi más me recuerda a los bajos fondos del Mercado Central de Zaragoza.
Retrocede una vez más y sigue caminando por Venloer Str. hasta llegar a un parque. Es mi parte favorita. Hay graffitis en el muro que delimita el parque y también alguno dentro (9).
(9) Servidora y compañera admirando lo conseguidos que están los ojos de la niña. Increíble.(9) Otro del muro exterior. Hay más, pero basta de «spoilear».
Dejad de hacer el canelo por el parque (en Alemania es difícil dado el nivel de las cosas que construyen para los niños) y salid otra vez a Venloer Str. Andando tienes que llegar a una parada de metro llamada Köln, Ehrenfeld Leyendeckerstr. Ahí hay que meterse por Hospeltstr. y, caminando por la acera derecha, estad atentos porque a la entrada del edificio nº 32 está el último graffiti de este tour. Para volver a la civilización, lo más fácil será volver sobre vuestros pasos hasta la última parada de metro/ S-Bahn y coged el que mejor os lleve a vuestro dulce hogar.
Señoras y señores, puede que hayáis tardado más de 2h en concluir el recorrido, pero sé seguro que ese kebab y la visita a Balloni han merecido la pena. Hasta aquí el post de hoy. ¡Colorín Colorado, este tour ha terminado!
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